sábado, 8 de enero de 2011

Amontillado para una tarde de lluvia


Esta tarde-noche que está tan lluviosa en casi toda la península ( al menos en Córdoba llueve), sólo me parece atractiva porque invita al reposo de estos días de atrás copiosos.

El mejor plan, está claro: el brasero, un librito y una copita de Amontillado de Montilla-Moriles a temperatura ambiente. Para darle sorbos pequeños, paladearlo en la boca. Tomar conciencia de tu propia vida y filosofear un rato. ¿ Quién puede pedirle más a la vida, en un tarde tan fea?

Este tipo de vinos, son para pensar y disfrutar tanto en compañía de amigos como en la paz de tu casa, mientras ves la lluvia caer. Quizás la melancolía te invadirá, pero ese es el justo momento en el que tienes que darle otro pequeño sorbito a tu amontillado y dejar que su sabor a miel, canela, licores, torrefactos, y cacaos inviten a dejar tu mente en un buen estado de satisfacción y de paz.

Lo dicho, mientras que dure este feo y frío invierno, el plan alternativo no está nada mal, mientras que se tenga un catavinos a mano y el paladar dispuesto a trabajar.

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